LUIS GARCÍA CASTRO

“Bembe”

 

Reseña a cargo de Carmelo Pérez-Aradros, León-IEME*

Publicado en el número 293 de la revista Misiones Extranjeras,

correspondiente a abril-junio de este año

 

“Si el grano de trigo no muere, no da fruto” Jn. 12,24

 

Recordaba el papa Francisco en una de sus catequesis en la plaza de san Pedro, el año pasado que, «el martirio es el aire de la vida de un cristiano, de una comunidad cristiana», y continuó diciendo, que siempre habrá mártires entre nosotros: «esta es la señal de que vamos por el camino de Jesús». Y este fue el aire y el camino de Luis, Ángel y Vicente, el camino de Jesús.

Luis Garcia Castro, nació un 2 de Febrero de 1934 en Madrid, hijo de Arturo y Esperanza. Ingresó en el IEME en Octubre de 1955, incardinándose en el Instituto en 1957. Fue ordenado sacerdote el 20 de Julio de 1958, por el entonces Nuncio Hildebrando Antoniutti. El 12 de Septiembre sale de Burgos a Portugal, donde permanece tres meses aprendiendo portugués. El 20 de diciembre embarcó de Lisboa a Mozambique

Euforia Misionera

…Puedo decirte con sinceridad que África me tiene loco. Esta África en llamas, esta África inmensa, está toda ella hechizada. He caído en sus embrujos. Ya no soy libre. ¡Hay que estar aquí para sentirlo! Yo, enseñando el catecismo a los negros, me veo un personaje muy importante, del cual no se puede prescindir para levantar al África nueva. Ahora más que nunca es necesario estar aquí para luchar, vencer, o morir…

Y realismo

¡Cansancio y sed! Se pasa sed de dos clases. La sed del agua que atormenta a veces. La sed de “algo” muchas más. Nuestro trabajo aquí no se ve. No se puede ver. Se verá en el futuro. Mi mano no se ha cansado de bautizar. En Miruru apenas he administrado treinta y cinco bautismos. Mi apostolado ha sido andar, hablar, sonreír siempre, con paciencia. Muchas veces he tenido que guardar el catecismo en el bolsillo y hablar de maíz y de lluvia y entre col y lechuga, meter alguna idea cristiana. He hablado y visitado a todos. No he hecho más. He sido quizá el misionero del Adviento que prepara los caminos del Señor.

Estoy en Tete. He dado un buen salto. Miruru ha quedado a 600 kilómetros de distancia. Mi vida – como Misionero- ha cambiado. Hemos abierto una nueva misión que se llama san Pedro Apóstol, de Tete. Ahora soy misionero de un barrio africano…Estoy llenito de ideas, de deseos y de realidades. Estoy casi asustado. He oído decir que el futuro de África está en las ciudades. Estoy feliz….

El cambio y las dudas

El Concilio casi acaba de terminar y aires nuevos han entrado en la Iglesia como fruto de unas ventanas abiertas que san Juan XXIII, quiso abrir para que se oxigenase el ambiente cargado. Son años de cambios. Luis comienza a notar dentro de sí la urgencia de este cambio y la invalidez de las viejas fórmulas. Esto produce rotura interior, desazón y una especie de desarropo afectivo. Y como el hombre no puede vivir a la intemperie. Castro busca cobijo, en el cariño de su madre y el cariño a los suyos, e incluso hará una corta incursión en la vida monástica, en una trapa en Angola” Espero ser más consecuente a las exigencias de Dios en mi alma. Espero encontrarme definitivamente con Dios y así ser más testimonio de fe, esperanza, amor para esta bendita África que tanto necesita de Cristo. Espero mucho más que en la vida activa; sino: ¿a qué me iba a la Trapa?

Roturando caminos

 Castro no vio al Dios que buscaba haciendo pan en la Trapa, la dejó y volvió a Mozambique, van a ser los años de alumbramiento para este pueblo, en su guerra de Liberación contra el colonialismo, ahí se encarnó Luis:

Hombres, muy hombres; miserables muy miserables; humanos, muy humanos; ardientes, cariñosos, primitivos, simples, sacrificados: Con una casi infinita angustia de ser más y vivir más como todos los humanos. Aquí yo no vivo engendro y creo diariamente cosas y hombres para mejor – como Dios quiere-

.. y cayó en la brecha

Sigo con la manía del martirio y de la sangre. África está muy poco regada. Por esto está en llamas…Yo y tú, perdón hemos pensado que cualquier día nos podía tocar la suerte a nosotros. ¿Por qué no? Los hombres lo llamarían justicia ¡Claro que lo sería!  Y prosigue ¡Me admira el poquísimo miedo que tenemos los misioneros! Somos un poco locos……no tenemos derecho a tener miedo. Yo sigo engordando y no he perdido los colores todavía...(1) En España piensan demasiado mal de nosotros. Creen que estamos siempre cerquita de la muerte o algo así. Me voy a tener que poner barbas para impresionar un poco sino se van a llevar una desilusión.

Y el morirá mártir. Las tropas rodesianas hicieron una incursión en Mozambique, donde tenía asentamientos la guerrilla que intentaba liberar el hoy Zimbabue. Los rodesianos intentaban volar un puente con dinamita, casualmente, el que iba al volante, se dirigía a ese puente, y al percatarse del peligro, dio media vuelta. Luis y un adolescente iban atrás, en una camioneta descubierta, por lo que quedaron expuestos a las ráfagas de metralleta.

            Un martirio casual, fortuito, si queréis - nadie va buscando balas perdidas-pero quizá, fue mejor así, sin trascendentalismos ni heroicidades míticas, una firma solemne de toda una andadura anterior que no le resta nada, a su martirio.

El que opta por los pobres no tiene derecho a privilegios ni siquiera para morir. Las ráfagas no iban contra él, iban contra el pueblo mozambiqueño. El cayó porque era ya Mozambique. Padeció en su propia carne el martirio de su pueblo: y él murió mártir como uno más, junto a un adolescente mozambiqueño con el que está enterrado en el cementerio de Tete. Fue un 9 de agosto de 1976.

“Si el grano de trigo no muere, no da fruto” (Jn. 12,24) Los caminos de la vida y de la liberación en Cristo pasan paradójicamente por la muerte…Pero nos anima la esperanza: ¡Cristo ha resucitado! No busquéis entre los muertos al que vive! ALELUYA (Lc. 24,5)

 

----------------------------------

[1] Del color rosado de su cara, le vino el apodo de “Bembe” (Sandía)   

*Sacerdote de la diócesis de Calahorra y la Calzada-Logroño. Forma parte del equipo de Dirección General del IEME, en el Departamento de Información y Animación. Director de la revista Misiones Extranjeras. Es licenciado en Misionología por la universidad Gregoriana de Roma.

 

 

 

 

Comentarios

  1. Yo creo en el destino.
    En agosto de 1976 estava en TETE. Estaba en Mozambique en un trabajo de campo para presentar en la universidad : "La educación de la Frelimo en las aldeas comunales" . El 7 de Agosto habia acabado mi trabajo en la zona de TETE y tenia que ir a Chimoio, 400Kmts. Castro me ofreció ir el lunes dia 9 con una camioneta , porque el Domingo tenia que atender la parroquia.
    Pensé que era una buena experiencia viajar de "machibombo" y así el lunes por la mañana ya estaba en Chimoio haciendo mi trabajo, por eso le dije a Castro que me iba el domingo con el transporte público.
    El lunes a las 11h Miguel Buendia me informa que Castro ha muerto en un ataque.
    He pensado muchas vezes en mi vida, que me hizo no aceptar el tentador convite de Castro.
    No era mi dia y hora.
    Castro ha estado siempre presente en mi vida !
    Mi homenaje a ese gran, alegre y feliz misionero del IEME


    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Homenaje al P. Revilla - Asun Guilarte

Venancio Ortiz, Misionero del IEME

Waldo Fernández