Miguel López del Bosque

  

Miguel López de Bosque,

el amigo al que todos queremos 

 


Angelines Hortigüela y Miguel López del Bosque trabajaron varios años en Mozambique (desde el año 1967 al 1973) y, en concreto, en Moatize, una villa al norte de Tete y en la otra margen del río Zambeze.

El grupo decidió fundar un “Liceu” (colegio de bachillerato elemental) donde pudieran estudiar, al acabar la primaria, los alumnos de las distintas misiones del IEME que quisieran o pudieran seguir con los estudios.

Al “Liceu”, tanto Angelines como Miguel, dedicaron alma, vida y corazón durante el tiempo que allí estuvieron.   

Personal cualificado de las minas de carbón y de la Administración distrital se ofrecieron para ayudarles, “gratis et amore”, a llevar a cabo esa estupenda labor (el médico, las esposas de los ingenieros, el administrador adjunto, y los propios Angelines y Miguel) asumiendo las asignaturas correspondientes al programa estatal.

Los muchachos se levantaban a las cuatro de la mañana para estudiar, para preguntar y resolver dudas, con todo el amor propio del mundo. Así sacaban unas notas estupendas en los exámenes que tenían que hacer en el Instituto de la ciudad.

También tenían a su cargo los internados, Angelines el de chicas y Miguel el de chicos. Hicieron una reunión con los chicos y se decidió que fuesen ellos los que organizasen la vida del internado a la manera de una población, que eligiesen un jefe y en las “banjas” (asambleas) decidieran tiempos de trabajo, tiempos de ocio, tiempos de estudio, distribución de tareas, etc. Si bien es verdad que ambos estaban al tanto, “puedo decir –comenta Miguel- que lo llevaban mejor que nosotros, con un gran respeto al jefe de población, etc”. Todo muy asambleario, nada impuesto… ¡Y funcionaba!

“Muchos de estos alumnos - me dicen Angelines y Miguel - tuvieron la suerte de seguir estudiando después de la independencia de Mozambique y son hoy gentes preparadas (gobernadores, gestores de empresas, profesores, médicos, abogados, militares de alto rango…) y siguen en contacto con nosotros y agradeciendo que hayamos pasado por sus vidas. Nosotros sí que agradecemos que ellos hayan pasado por las nuestras… y que sigan pasando aún hoy”.  

A Angelines la requirieron en Madrid para formar parte del equipo directivo de las Religiosas Misioneras Hijas del Calvario. Ello dejó un tanto “coja” la labor que venían realizando en Moatize, pero todo siguió adelante.

Miguel tuvo algunas desavenencias con la población blanca por el trato vejatorio habitual infringido a los nativos. Ello supuso tener que pasar por situaciones tensas, trato discriminatorio… Trató de visitar en la cárcel de Maputo a Martín Hernández y a Alfonso Valverde como encargado del grupo, pero no le dejaron; le estuvieron tomando el pelo durante una semana, sufrió acusaciones injustas de “colaboracionismo”… reprimendas del obispo y, finalmente, tras unos disturbios acaecidos en Tete, en los que les inculparon, y  tras varias peripecias, expulsaron a varios (él entre ellos).

Una vez en España, tanto Angelines como Miguel, volvieron a las andadas, a la Educación, tarea en la que permanecieron muy a gusto hasta la jubilación. El colegio “Altair Colegio Internacional” en el que trabajó Miguel, gozaba y sigue gozando de una alta y excelente calificación en el amplio listado evaluatorio realizado anualmente en diversos muestreos de carácter pedagógico y social en Madrid. El colegio “Nuestra Señora del Pino”, en el que trabajó Angelines, también gozó de muy buena reputación. Ambos tenían un marcado sello humanista. 

 

Miguel López del Bosque es autor de varios libros: “La esperanza que no cesa”, una autobiografía de su labor pedagógico-pastoral en Mozambique, “Recóndita luciérnaga” (poemas) y “¿Cuentos?” (narraciones breves), Publicados por Editorial Dossoles, de Burgos. También “Quejas y lamentos” (poemas), publicados por la editorial Papers on Demand, de Girona, “Amici y compañeros de viaje 1 y 2”, dos libros de crónicas de viajes, editados en Safe Creative. -Últimamente ha publicado “Aquí no, señor coronavirus”, precioso libro de cuentos, dibujos incluidos, inspirado de unos dibujos de su nietecilla. Miguel López del Bosque es licenciado en Filosofía y Letras y en Geografía e Historia. Ha sido Maestro y Profesor de Lengua, Historia, Religión, Ética, Filosofía…

 

Comentarios

  1. Orgulloso de tener a Miguel y a Angelines, compadres, como amigos, como hermanos.

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  2. Recuerdo a Miguel y Angelines cuando regresaron de Mozambique y vivian en dos grupos en pisos cercanos al que vivíamos el grupo de Chuchi, Emilio, Jesús, Faustino y yo. Tuvimos algunas reuniones donde escuchábamos fascinados sus historias misioneras. Miguel siempre impresionó por su porte imponente, que contrasta con la humildad de su trato y el tono suave y afectuoso de su voz. No he tenido el privilegio de disfrutar mucho a esta bella pareja luego de eso. Apenas una comida en su casa del grupo del IEME, a la que tuve la mucha suerte de coincidir, y una opípara cena invernal en el confortable "cenáculo" de la casa de Ramón Andrés, con Antonio Ruiz. En esa cena creo que, como siempre, hablé demasiado, y ni las deliciosas piezas de leche frita de Angelines, de las que quedé desde entonces con una adicción de esas que cuesta sacarse el mono de encima, lograron mantenerme la boca ocupada.
    Tiempo habrá de disfrutarlos, si este bicho malo se quita de enmedio y nos deja volver a encontrarnos y enriquecernos mucho unos a otros.

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  3. Comentario de Teodoro Nieto: "Nos preciamos Milagros y un servidor de la acendrada amistad que nos une y mantenemos viva con Angelines y Miguel. Son altamente meritorias y ejemplares sus vidas, que mutuamente se inspiran. Es mucho lo que de ambos aprendemos de día en día. Destaque especial nos parece merecer la tesonera labor educativa de Miguel a través del Coro Villi-Villa (Villimar-Villayerno) del que formo parte. Puedo dar fe de que algo se va moviendo y transformando en las sencillas personas que lo integran, gracias a la sabia batuta musical y pedagógica de su amigable director. Muchas gracias por ser nuestros hermanos y amigos."

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  4. Hola Miguel.
    Mas tarde te escribiré.

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  5. Comentario de Quico:
    Con la biografía de Miguel quiero resaltar una faceta de su vida: “No tiene enemigos.”
    A mí me descubrió esa faceta de su vida cuando me hablaba de la guerrilla, en su época de estancia en Mozambique. Dice, que les avisaban por dónde no tenían que transitar para evitar las “trampas-bomba”. Miguel me decía que él, a continuación, se lo comunicaba al destacamento de los militares en la zona, enemigos y torturadores de la población, porque su ética no le permitía actuar de otra manera.
    Solo se puede actuar así cuando antes “, uno se ha perdonado a sí mismo”, se ha reconocido valioso y bueno, a pesar de sus errores y cuando “uno da perdón a otro” porque sabe que al “dar perdón” le da la oportunidad de empezar de nuevo, de no ser esclavo de su biografía.
    Miguel y Angelines, sois dos personas “buenas”, “sabias”.
    María Jesús y yo hemos tenido la suerte de conoceros y vivir esa faceta de vuestra vida. Gracias

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