Pape Casas, misionero en Mozambique

 

PEPE CASAS, MISIONERO EN MOZAMBIQUE

 

Pepe Casas, a su entrada en el Seminario de Misiones, en 1964

        A Pepe Casas lo recuerdo en el Seminario de Misiones de Burgos siempre sonriente y buen compañero. Era de un curso menor que el mío, es decir, del curso de Eugenio González, César Martínez, Cándido Palacios… Entró a primero de Teología en 1964, procedente del seminario de Zamora. Al terminar sus estudios y ordenarse de sacerdote fue destinado a Mozambique.

        El 13 de junio de 1992 estuvimos los del curso pasando unos días en Panticosa, en el Hotel Valle de Tena, Panticosa, Huesca, propiedad de nuestro también compañero de curos Juan Miguel Lapuente. Pepe Casas estaba entonces en la Dirección General del IEME y estuvo con nosotros.

        En diciembre de 2013 comunicaba yo en un correo a la Familia de Amigos del IEME, que acabábamos de recibir, desde Mozambique, un mensaje de gratitud de Pepe Casas por nuestra ayuda y por la ayuda especial de Cándido Palacios para la construcción de la nueva iglesia que había podido levantar gracias a dichas ayudas. Pepe Casas llevaba muchos años de misionero, y acompañaba a su mensaje unas fotos de la nueva iglesia.

Decía dicho mensaje de Pepe Casas: Estimados amigos Cándido y Angel y demás amigos de la familia IEME: Un abrazo. Felizmente en estos días de Navidad tengo la alegría de enviaros el resultado de vuestras ayudas. Con la beca de los Ex-IEMEs y la especial de Cándido conseguimos recuperar una capilla en una comunidad que no tenía un lugar decente para reunirse y poder hacer sus encuentros. Os envío unas fotos y un vídeo para que podáis apreciar un poco el fruto de vuestra ayuda. Nuestra palabra es GRACIAS por vuestra generosidad y cariño. Os deseamos a todos una Navidad llena del Espíritu del Príncipe de la Paz. Que vuestras familias fortalezcan la unidad y continúen preocupándose de quienes tienen más necesidades. Os abrazamos de nuevo y FELIZ NAVIDAD. Pepe Casas.

La vieja capilla de Mozambique

Lamentablemente, el 26 de junio del año siguiente, José María Rojo, por entonces Director General del IEME, nos informaba de que Pepe Casas había sufrido un infarto cerebral. Y el 3 de julio fallecía en un hospital de Maputo (Mozambique). Su entierro fue el día 6 en aquel país

Miguel López del Bosque, que trabajó con él en Mozambique, nos decía:

Sobre Pepe Casas diré que estudió en el seminario menor de Toro las humanidades y en El de Zamora la filosofía. Después se fue al Seminario Nacional de Misiones pues optó por la vida misionera a través del IEME. 

Dentro de lo subjetivas que puedan ser las opiniones, yo diré de él que fue un perfeccionista, que todo lo que emprendía deseaba y se empeñaba en que fuese bien hecho. Era, además, algo o bastante impaciente, buscaba resultados rápidos, todo bien y cuanto antes.

Esta actitud le llevaba a ser un inconformista con los resultados habituales pues siempre esperaba que fuesen mejores, por más que hubiesen sido aceptables o incluso buenos. El excesivo celo lo acercaba frecuentemente a la decepción y le empujaba constantemente a más altas cotas.

Aunque estuvimos en Mozambique ambos algún tiempo, yo no conviví con él. Mi visión de Pepe es que era un estupendo compañero (lo conocí ya en Toro), atento, servicial, con ganas de colaborar.

Cada vez que nos hemos visto y compartido visiones, con una perenne sonrisa y con una absoluta tolerancia hacia visiones que no fueran las suyas (en mi caso) pero firme en sus exigencias y convicciones. No sé cómo sería con los compañeros de trabajo en semejantes circunstancias.

En fin, de él me queda un gratísimo recuerdo como amigo y como compañero y, además, una gran admiración por su afán de perfección, que aplaudo pero, dicho sea de paso, nunca compartí con él y, en más de una ocasión, así se lo comenté.

Descanse en paz.

 Por su parte, Jesús Torres, que estuvo trabajando con él en Mozambique, nos dice:

ALGUNOS DATOS Y REFLEXIONES SOBRE LA VIDA DE

JOSÉ CASAS DE LA VEGA (por Jesús Torres) 

         Nos conocimos en septiembre de 1963  cuando los 2 ingresamos en el Seminario Nacional de Misiones, en Burgos. Él ingresó a 3º de Filosofía  y yo a 2º (he leído en algún sitio que el ingresó en 1964 a 1º de Teología). En edad yo era 6 meses mayor que él . (Pepe siempre bromeaba diciendo: “me tienes que respetar porque aunque  soy más pequeño en edad, voy delante de ti en todo lo demás” y nos reíamos).

         Siempre presumí de que Pepe era MI MEJOR AMIGO DEL IEME.

         Desde aquel 1963 la vida nos hizo caminar juntos en actividades, trabajos, proyectos  y destinos. Siendo muy amigos en algunas cosas éramos bien diferentes en otras y teníamos nuestras discrepancias (diríamos que nos complementábamos).

        EN BURGOS: Los 2 fuimos organistas en los actos litúrgicos en la Iglesia.  Los 2 estudiábamos al mismo tiempo Música y Armonía con un profesor, que venía al Seminario, y juntos íbamos cada curso a examinarnos al Conservatorio de música de Valladolid. Los 2 éramos bastante futboleros y oponentes: (él era portero de su curso y yo delantero centro del mío. Ahí le metí algunos goles). Y los 2 fuimos destinados a Mozambique.

        Pepe fue ordenado sacerdote en 1969 y partió inmediatamente para la Misión. Yo fui ordenado en 1970, pero permanecí 14 años en mi diócesis de Segovia. Después de 6 años juntos en Burgos nos separamos, pero siempre mantuvimos la comunicación. Pepe trabajó siempre, prácticamente, en Mozambique, y en las diócesis de Beira y de Maputo pero de su trayectoria entre 1969 y 1985 no conozco pormenores. Fue en el año 1985, con mi llegada a Mozambique, que volvimos a encontrarnos y a compartir vida y trabajos como miembros del mismo Grupo.

        EN BEIRA. En aquella apasionante época antes-en-después de la independencia, cuando la mayoría del grupo “de los Padres de Burgos” tuvo que salir de Mozambique, sé que Pepe permaneció. En esos años trabajó en Beira, en la Parroquia de Munhava y como profesor en las escuelas del Estado en Beira. (cuando yo llegué a Beira en 1985 fui encontrando muchos, muchos jóvenes que me contaban con orgullo cómo habían sido alumnos del P. Pepe y cómo estaban  contentos y agradecidos). Siempre que él volvía a Beira eran muchos los que venían a saludarle.

 En el Hotel Valle de Tena. Pepe Casas, agachado, a la derecha

        EN MAPUTO. Cuando fui a Mozambique (año 1985) encontré a Pepe trabajando en Maputo en la Parroquia de Infulene y dirigiendo el Secretariado Arquidiocesano de Pastoral. Gozaba en aquella época de la total confianza del Cardenal de Maputo, que le encomendó la coordinación de la Pastoral, como ocurrió también después con su sucesor, el actual Arzobispo de Maputo.

        Gracias a sus dotes de organizador y su rigurosidad en llevar adelante los programas, la Diócesis de Maputo gozó de muy buena salud “pastoral” siempre que Pepe estuvo coordinando el Secretariado. Ocurrió igualmente en Beira, (a donde volvió a mediados de los años 90). En esta época fue Vicario de Pastoral y dirigió el Secretariado, contando siempre igualmente con la confianza del Arzobispo de Beira. Fue también Director Espiritual del Seminario Bom Pastor y Párroco de la Sagrada Familia, donde dejó comenzado un templo moderno y de grandes dimensiones, que aún no ha sido concluido.

        CURRICULUM IMPECABLE:  El curriculum de Pepe siempre fue “impecable”,  ganando en todos los lugares fama de “perfeccionista” y de tozudo e incansable, al mismo tiempo que dialogante y respetuoso con otras ideas, para llevar adelante las mejores ideas y programas. Era un perito en organización, planificaciones, cronogramas, programaciones etc. Se olvidaba de sí mismo para dedicarse incansablemente al cumplimiento de sus responsabilidades al servicio de los demás. Eso pudo ser una causa de su muerte.

        De su paso por la Dirección General otros sabrán contar más. Yo sólo puedo decir que presumí de tener a MI MEJOR AMIGO EN LA DIRECCIÓN GENERAL DEL IEME”.

        ETAPA FINAL DE SU VIDA: La etapa final de su vida se desarrolló en la Diócesis de Maputo. Hicimos parte del mismo Equipo durante 5 años (2007-2011), aunque él trabajó más en la Parroquia de Ressano Garcia, junto con Vicente Berenguer, mientras yo trabajé en la Parroquia-Misión de Sàbié. Con mi salida de Mozambique, a finales de 2011, nuestra relación disminuyó.

        RESPONSABLE DE GRUPO: Fue muchas veces Responsable del Grupo, porque sabía hacerlo, porque le gustaba y porque todos confiábamos en él. Los demás entrábamos para darle descanso en una “legislatura”, hasta que otra vez podía ser elegido.

        A su muerte yo estaba ya en España. Sentí mucho dolor no poder acompañar en sus últimos momentos a quien fue “mi mejor amigo del IEME” y con quien compartí tantos momentos e historias.

        En mi siguiente viaje a Mozambique visité su tumba en uno de los Cementerios de Maputo. EN UNA SENCILLÍSIMA TUMBA HABÍA UNA SENCILLÍSIMA CRUZ DE MADERA EN LA QUE ESTABA ESCRITO: “PADRE PEPE”.

Allí  recé:  ¡¡¡ GRACIAS !!!

 

 

 

 

 

 

 

 

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