Germán Marquínez, misionero, filósofo y profesor

 

Germán Marquínez Argote

Misionero, filósofo y profesor 

 

El 1 de octubre de 2017 la familia de Germán Marquínez nos comunicaba su fallecimiento y el 29 de octubre de ese año tuvimos un funeral por su eterno descanso en la capilla del IEME, en Ferrer del Río, 17 de Madrid. 

Fue misionero del IEME. Terminados sus estudios es Burgos, fue enviado a estudiar a Roma, regresando después al Seminario de Misiones de Burgos como profesor. Posteriormente fue enviado al Seminario Intermisional de Bogotá.

Germán Marquínez Argote fue la figura central del llamado "Grupo de Bogotá", nombre con el que era conocido aquel grupo de profesores de la Universidad Santo Tomás que introdujo en Colombia el pensamiento filosófico de la liberación a mediados de los años setenta. Marquínez se sumó así a la gran lista de "transterrados" españoles que apoyaron vitalmente el proyecto de una "filosofía latinoamericana" durante el siglo XX.

Nacido en 1930 en el país vasco español, Germán Marquínez realizó estudios de filosofía a partir de 1947 en el seminario de Logroño, capital de La Rioja, a los que siguieron cuatro años de teología en Burgos. A mediados de 1954 viajó a Roma y obtuvo la licenciatura en filosofía en 1956 por la Universidad Gregoriana. Eran los años en que el franquismo fortalecía la escolástica como filosofía oficial en las universidades españolas. No obstante, la escolástica que interesaba en aquellos días a Marquínez no era el tomismo cerrado que dominaba en los seminarios teológicos, sino el tomismo abierto, orientado hacia problemas de carácter político-social en la línea de Jacques Maritain. Era considerado como uno de los discípulos y seguidores de Zubiri, en cuyo pensamiento era un gran experto.

Sus hijos nos envían estos datos testimoniales de su padre:

 

"Hoy estamos honrando la memoria de mi padre, Germán Marquínez Argote, un ser humano excepcional y un gran académico. Esto lo digo yo, pero debo señalar que, sin embargo, tal vez a mi padre no le hubiera gustado que lo presentara de esta manera, porque el era una persona sencilla y auténtica, sin pretensiones.

Esta forma de ser seguramente la heredó de sus padres (Honorato y Vicenta), un labrador y una comadrona de un pequeño pueblo del país vasco español; dos personajes entregados bondadosamente a su comunidad. Por ello, luego de que papá se formara como filósofo y teólogo, decidió venir a Colombia a cumplir con su vocación social y de entrega a los demás.

¿Que encontró mi padre en esa Colombia de los años 60s y 70s? Una gran crisis ocasionada por las enormes desigualdades sociales que existían y que aún persisten hoy, las cuales generaba fuertes movimientos intelectuales y tensiones sociales. Mi padre se vinculó entonces a lo que se denominó la filosofía de la liberación.

Muy pronto mi padre se dio cuenta que el mejor camino para ese proceso de cambio social que tanto requería nuestra sociedad tenía que ver con ese concepto de liberación que se proponía, pero no a través de procesos revolucionarios como los que vivimos desde entonces, sino fundamentado en un concepto derivado de su maestro Xavier Zubiri: posibilitación; es decir reconocimiento de posibilidades y construcción de proyectos incluyentes a partir de estas. También, se dio cuenta que esta posibilitación requiere, entre otras cosa,  lograr la capacitación de las personas para que ellas encuentren, muchas veces en comunidad, la solución a sus problemas. La educación como herramienta fundamental para superar las desigualdades. Fiel a sus ideas y con la honestidad intelectual que siempre lo caracterizó, dedicó su vida a la enseñanza de la filosofía, de la ética y de la religión.

Al mismo tiempo, formó una familia, a la que también educó con su propio ejemplo y con el gran amor de que muchos de ustedes son testigos. Germán, Andrés y yo, crecimos al lado de él y de nuestra amorosa madre (Amparito), siendo testigos de la devoción que se profesaban. Al mismo tiempo que nos relacionábamos con nuestra familia extensa, pero también con sus alumnos y amigos-colegas como una gran familia, en medio de tertulias sobre temas que seguramente no comprendíamos, pero que poco a poco construyeron nuestro carácter.

De mi padre debo resaltar la alegría permanente con la que emprendía sus proyectos: la Editorial el Búho junto con Luis José G. y José Gajate, el grupo de Bogotá, la maestría en Filosofía latinoamericana, la Fundación Xavier Zubiri en Colombia (y luego en España), la búsqueda de nuestra identidad latinoamericana en sus libros sobre Gabriel García Márquez o sobre los maestros javerianos durante la colonia en Colombia, y tantos otros. Papá siempre vivió inmerso en el mundo filosófico y académico, profesaba la enseñanza en su sentido más profundo, nunca dejó de enseñar, nunca dejó de ser un maestro.

Hoy, desde su formación Zubiriana, papá diría que esta en presencia y plenitud frente al poder último, posibilitante e impelente de lo real. Luego de lo cual, cayendo en cuenta de lo farragosa que es esta definición de Dios, diría simplemente que, en una palabra, dios es amor."

 

Xavier Marquínez Casas

 


 

CURRICULUM DE GERMÁN MARQUÍNEZ ARGOTE

Nacido el 28 de octubre de 1930 en Albaina, Condado de Treviño. Estudió filosofía en la Universidad Gregoriana de Roma, obteniendo el título de licenciado en 1956. En 1963 obtuvo el doctorado en filosofía por la Universidad Javeriana de Bogotá.  En Madrid, asistió  a los cursos que X. Zubiri dio el año 1968: “El hombre y el problema de Dios” y “Estructura dinámica de la realidad”.

De vuelta a Colombia, ocupó las cátedras de Lógica matemática y de Metafísica en la Universidad de Santo Tomás de Bogotá. Durante el año sabático de 1972 asistió a las clases de lógica y de filosofía del lenguaje, que Jesús Mosterín y Emilio Lledó daban respectivamente en la Universidad de Barcelona.

De vuelta a Colombia, la Universidad de Santo Tomás le otorgó en 1980 el título de Magister en Filosofía Latinoamericana y, poco después, fue nombrado director del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía, especializado en historia de las ideas en América Latina. En este campo ha publicado varias obras sobre filósofos coloniales, traduciendo del latín sus textos escolares.

Desde 1968 ha sido uno de los impulsores en Colombia del proyecto de filosofía latinoamericana. A comienzos del nuevo siglo regresó a España residenciándose en Alcalá de Henares. En 2001 fue encargado de la organización de los Archivos-Zubiri y de la catalogación de su biblioteca personal, sita en la casa donde vivió el filósofo desde 1944 hasta su muerte en 1983, sede hoy  de la Fundación Xavier Zubiri.  Además, viene colaborando en la edición de las obras de Xavier Zubiri y en los cursos de doctorado que se dictan en la Fundación del mismo nombre. Desde 2003 es profesor invitado en los cursos sobre Cultura mediterránea. de la Universidad de Alcalá de Henares.

Si nos atenemos a lo que muestran sus múltiples publicaciones, podemos distinguir en la obra de G. Marquínez tres etapas: la primera de carácter neoescolástico; la segunda  marcada por  el interés  por  la filosofía española  del siglo XX,  especialmente, por Zubiri; y la tercera, caracterizada   por  la problemática en torno al pasado,  presente  y futuro de  la filosofía latinoamericana. 

El fruto más importante de la primera etapa es la tesis doctoral publicada en 1964 con el título El sí y el no de la filosofía moral cristiana. En ella hace historia del debate en torno al problema de la filosofía cristiana en las primeras décadas del siglo XX, y la singular postura de Jacques Maritain  frente a la filosofía moral “adéquatement prise”. Maritain era, sin duda, uno de los autores más incitantes dentro del neotomismo en el que se formó el autor.

En busca de una mayor apertura, a fines de los años cincuenta G. Marquínez se interesa de manera especial por las dos figuras centrales de la filosofía española del siglo XX, Unamuno y Ortega, cuyas obras, condenadas, o en el mejor de los casos cuestionadas, por el nacional catolicismo, leyó con pasión como tantos otros españoles en esta época. A fines de 1962 aparece el tratado Sobre la esencia de Xavier Zubiri, verdadero acontecimiento editorial, disparmente recibido por la crítica, de acuerdo con las espectativas de cada cual. Como reacción a la misma publicó G. Marquínez en 1965 En torno a Zubiri, primer libro sobre el filósofo español, que marca la segunda etapa. 

En 1968 ocurre la sorpresiva revolución estudiantil en Francia, cuyos coletazos se harían sentir también con virulencia en las aulas universitarias en los países latinoamericanos. En este mismo año tiene lugar la reunión del CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) en Medellín, Colombia, que denuncia las estructuras de injusticia como la fuente de pobreza. generalizada en el continente.  En estas circunstancias críticas surge en América Latina la teología de la liberación y

el proyecto de una filosofía latinoamericana  para dar cuenta de nuestro pasado histórico, del momento actual y  de nuestra proyección hacia el futuro. Este proyecto filosófico, impulsado por Leopoldo Zea, Francisco Miró Quesada, Enrique Dussel e Ignacio Ellacuría, entre otros muchos, tuvo fuerte impacto en Colombia. 

En 1977 aparece Metafísica desde Latinoamérica, libro que marca la tercera etapa de G.  Marquínez. En él se repiensa la metafísica zubiriana como base de una filosofía de la liberación, entendida como posibilitación y justa apropiación de posibilidades. Continuación de esta obra es Filosofía de la religión, de 1982, dedicada a Zubiri. Dicho proyecto tuvo expresión cabal en los Congresos de Filosofía Latinoamericana, organizados a partir de 1980, cada dos años, por la facultad de filosofía de la Universidad de Santo Tomás de Bogotá y en la revista Cuadernos de Filosofía Latinoamericana, en la que G. Marquínez ha escrito buena parte de sus ensayos en la tercera etapa. 

Dos nuevos libros recogen lo esencial de esta tercera etapa: Sobre filosofía española y latinoamericana, de 1987 y Realidad y posibilidad: fundamentos de ética y de educación, de 1995.  En el campo de la historia de las ideas ha dirigido tres volúmenes pioneros en la enseñanza de nuestra filosofía latinoamericana: La filosofía en Colombia, La filosofía en América Latina y La filosofía en la América colonial. En el campo de la investigación histórica ha traducido importantes textos latinos de profesores coloniales neogranadinos (Juan Martínez de Ripalda, Mateo Mimbela, Denis Mesland y Francisco Javier Trías), reconstruyendo sus biografías y contextualizando sus enseñanzas en compañía del gran historiador hispano-venezolano  P. José del Rey, S..J.

Finalmente, haciendo honor a la vieja amistad que sostuvo hasta su muerte en 1983 con X. Zubiri, ha seguido estudiando su obra y haciendo aportes a su pensamiento filosófico. Ha colaborado así mismo en la edición de dos de los 21 volúmenes que componen el “mare magnum” de las Obras de Xavier Zubiri.

 

 

 

 

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