Venancio Ortiz, Misionero del IEME

 

 Venancio Ortiz González,

misionero en Colombia, Perú, Costa Rica y Panamá.

 

El P. Venancio en uno de sus lugares de misión

Con fecha 19 de junio de 2013 recibía yo este correo electrónico de Antonio Ruiz: “Continuando con nuestros recuerdos de niñez/adolescencia en Alzola, Luis Mª Corbi me remite esta nueva foto que, como dice (y está en lo cierto, creo) no tenemos nadie. Un recuerdo del P. Venancio del que no conocemos su situación actual (si alguno lo sabe que nos lo cuente para conocerlo todos). Una foto más para el 'álbum'. Gracias Luis en nombre de todos, y esperamos más aportaciones.

Y el 21 de junio de 2013, Daniel Camarero nos respondía: “No es difícil saber dónde y cómo se encuentra ahora Venancio Ortiz, buen amigo y también compañero de Seminario en Burgos y de Misión en los viejos tiempos del San Jorge. Su último lugar de Misión fuera de España fue en Panamá y ahora se encuentra en Rojales (Alicante), que es su tierra natal, está ayudando a varias cosas por allí, su dirección: Venancio Ortiz, Av. Alicante, 10, 2º. 03170 ROJALES (Alicante). Su teléfono 606 11 99 01 y su correo electrónico venaortiz@yahoo.es

Inmediatamente, José Ignacio Mata, desde Honduras (20 de junio de 2013), comentaba:

“La oportunidad "la pintan calva" como siempre para hacer un panegírico de las personas que, como el Padre Venancio, fueron decisivas en la formación de algunos de nosotros, entre quienes me incluyo.

Creo que la última vez que lo vi fue en el entierro del fundador de nuestro seminario menor del IEME, el Padre Eustaquio Larrañaga, en Anzuola. Allí nos reunimos muchos de sus alumnos en una emotiva ceremonia y un alegre convivio, porque la muerte de los seres queridos es emotiva, pues no los veremos físicamente más, pero es alegre porque sabemos que se nos adelantan en el disfrute de las delicias de la vida prometida para los buenos. Antonio, con su memoria de elefante, me confirmará si estaba realmente el Padre Venancio presente en esa celebración o si simplemente fue que hablamos de él quienes estábamos en ella.  En aquella oportunidad recuerdo historias de una vida muy aventurera en la frontera de Colombia y Venezuela, mientras cantábamos las canciones de su recordado "Cancionero", "opera prima" de este sacerdote bonachón y alegre como ninguno.

Para quienes no tuvieron la suerte de conocer y ser formados por el Padre Venancio les diré que fue una de las personas más interesantes que conocí en mi niñez.  Lo recuerdo alto (bueno, con nueve años supongo que todos me parecían gigantes a mi alrededor), corpulento y siempre riendo. Editó para nosotros un cancionero escrito e ilustrado por él mismo e impreso a colores en aquellos mimeógrafos de rodillos operados manualmente (cuando los enchufábamos siempre se atascaban, así que era más efectivo manipularlos manualmente). Ramón Revilla, en una cena de invierno en su casa de Burgos, nos mostró uno de esos "incunables" que todavía conserva y les juro que para mí fue como tocar el Sudario de Turín (guardando las obvias distancias) por la acumulación de recuerdos que desbordó en mi mente.  Todas las canciones que cantamos ahora cuando nos reunimos y con las que algunos amigos hacen alardes de voz, están en ese cancionero donde además hay cantos nacionalistas que cantábamos todos cándidamente, a veces sin saber el efecto de sus letras en quienes sentían a Euzkadi en su sangre ("Gora Euzkadi lur oberican eta munduan gostiak ..." por ejemplo).

El padre Venancio era uno de los formadores espirituales en Alzola, y creo recordar que yo no lo elegí (teníamos libertad de elegir los formadores y hasta los confesores) sino al Padre Vidán, un navarro chiquito que daba saltos al golpear la pelota hacia el frontón, para empujarla con todo el cuerpo en el golpe. Pero sí puedo decir que recuerdo sus clases de música, en las que aprendíamos a cantar las canciones del Cancionero y que esperábamos con alegría porque eran divertidas y una verdadera terapia. Prueba de ello es que hoy en día, basta que alguien comience la primera frase de cualquiera de esas canciones, para que los demás lo sigan, sintiendo que se nos alegra el alma en cada "alarido" con que tratamos de alcanzar las notas altas (meta que solo Farpón o Cantarín solían lograr con la facilidad de los tenores o los cantantes de jotas).

Tengo recuerdos encontrados de las últimas informaciones que supe de él, donde se mezclan aventuras casi surrealistas en las selvas de la frontera entre Colombia y Venezuela, zona de esmeralderos, petroleros, bandoleros, guerrilleros y demás profesiones terminadas en "eros" (aunque sin connotación erótica alguna) como "misioneros". No quiero confundirme ni confundir, así que dejo a Antonio Ruiz o alguno de los compañeros del Alzola que nos orienten.  Pero sí quiero dejar constancia, como siempre, que, puesto que es de hombres de honor ser agradecidos, todos los que tuvimos la fortuna de conocer al Padre Venancio y aprender de él, le debemos un tributo de agradecimiento y debemos recordarlo cada vez que cantamos las canciones que tan creativamente recopiló en su cancionero. Y una re-edición de ese folleto sería el mejor de los tributos a su persona y legado.

Venancio Ortiz, director espiritual en Alzola

Total, que me puse en contacto con Venancio y al punto (22 de junio) nos respondió:

“Estimados todos: Un abrazo grande desde los recuerdos de Alzola. ¡Tenemos tantas cosas en común! Me has dado una alegría inmensa al recordar aquellos tiempos, aquellas ilusiones, los cantos, los sustos con las películas un poco fuertes... Recuerdo tantas y tantas cosas agradables…

Ha pasado mucha agua por el río de Alzola y, ya ves, nos seguimos acordando como si fuera ayer. Sí me gustaría seguir la correspondencia con todos vosotros. Han pasado los años... (es una canción de Rocío Dúrcal con Juan Gabriel, mexicano. Ya que tú estás en contacto con ellos, te doy los correos: venaortiz@yahoo.es / venaortiz@hotmail.com  / venaortiz33@gmail.com

Y poco después (el 1 de julio de 2013) continuaba Venancio:

“UN MONTÓN DE RECUERDO PULULAN EN MI MENTE, ASÍ DIJO EL POETA. AQUELLA ALZOLA DE TIEMPOS PASADOS FUE GRATA CUANDO UNO DERROCHÓ ALLÍ SU SACERDOCIO RECIEN ESTRENADO. ME ORDENÉ EN JULIO 31 DE 1959 Y EN SEPTIEMBRE DEL MISMO AÑO YA ESTABA EN ALZOLA CON AQUELLOS MUCHACHOS QUE SE HACÍAN QUERER. HA SIDO PARA MÍ UNA GRAN SORPRESA QUE TENGAIS RECUERDO DE TODOS. SERIA BUENO “PONER UNAS LETRAS” A LOS QUE QUEDAMOS: CIRIACO SE CASÓ EN COSTA RICA, VÉLAZ, CREO QUE TAMBIÉN, LEZAMA MURIÓ, GORRINDO ESTA EN GUATEMALA, JAVICO ESTÁ EN SU DIÓCESIS DE PAMPLONA, AGUADO FALLECIÓ EN GUATEMALA, ÁRIZ ESTÁ EN SU DIOCESIS DE NAVARRA, ÓNEGA ES CON EL ÚNICO QUE TENGO MÁS COMUNICACIÓN, PUES HEMOS TRABAJADO JUNTOS EN COSTA RICA Y EN PANAMÁ (16 AÑOS EN PANAMÁ).

EL P. LARRAÑAGA, QUE LES QUERÍA CON TODO SU SER, FALLECIÓ. LOS MUCHACHOS LE TOMABAN EL PELO CON LAS COSILLAS QUE ERAN, PARA ÉL, ANORMALES, VG. DARSE UN BESO”.

Y Venancio Ortiz González, desde Rojales (Alicante), el 12 de julio de 2013 parecía no salir de su asombro:

Amigo Ángel: Un abrazo en primer lugar. Ha sido para mí una gran sorpresa. ¡Si te digo la verdad es que no conozco los nombres de los amigos de Alzola...! ¡Qué tiempos aquellos! ¡Cómo han pasado los años...! (Es un canto de la famosa DAMA DE MEXICO" ROCIO DURCAL.) YA QUE TÚ CONOCES A TODOS ELLOS Y JOSÉ MARIA ROJO, MI GRAN AMIGO, PUES LES DICES QUE ME ESCRIBAN Y SE IDENTIFIQUEN CON ALGO PARA QUE YO LOS PUEDA RECORDAR.

Pasé por Colombia, Perú, Costa Rica y Panamá.

Ya celebré mis 50 años de sacerdote y ando por los cerca de 56. Venancio Ortiz. 

 

Alumnos de Alzola, hacia 1963.

Venancio, a la derecha, con el crucifijo de misionero


Por su parte, Josep-Pasqual Usó, desde Valencia, el sábado, 13 de julio de 2013 decía:

“Angel, saludos. He visto comentarios sobre Venancio Ortiz y José Ignacio Mata recordaba sus libros de canto. Al salir el tema de la persona de Venancio Ortiz, y ver el buen recuerdo que muchos guardamos de él, me apunto a refrescar recuerdos muy enterrados por la superposición de los acontecimientos posteriores.

 Su situación como director espiritual le facilitaba el contacto asiduo con todos los niños. Unas navidades os remití una foto de Alzola nevada, sacada por él (muy aficionado a la fotografía y su revelado) y tomada desde la subida al "arbolito". Mata (no dejará de ser Matita en Alzola) recuerda en su memoria los cuadernos de canto (y preces para todo) que incansablemente no dejaba de editar.

Aunque el libro de cantos que recuerda Mata debe ser el de Blas Lezama, que es una verdadera obra de arte en su contenido (ágiles e ingeniosos dibujos a tres colores de bolígrafo "bic"), y en su edición, con una multicopista de gelatina. (Artilugio nunca más visto por mi).

 Lamentablemente este proceso no resiste al tiempo y todo el trabajo: Dibujo, música y color están muy desvaídos.

Venancio introdujo la costumbre de sustituir al timbre, en el despertar de algunas fechas señaladas, con algunas canciones mañaneras, a varias voces blancas. Lezcano, recuerdo, era el tiple por excelencia. Su voz era, talmente un instrumento vocal fuera de lo ordinario. Un “Stradivarius” vizcaíno, vamos.

Ya sabéis que Alzola figuraba en la guía de centros importantes de espiritualidad del País Vasco: Loyola, Arántzazu, Itziar, Begoña y Alzola”.

Y el 28 de julio de 2014 nos decía Venancio:

“Amigos, la verdad es que pienso que en la Historia del IEME no había ocurrido cosa igual. Son muy seguidos los compañeros que nos "DEJAN". ESTO VISTO DESDE LA FE, PIENSO QUE YA HAY GENTE MUY MADURA A LOS QUE DIOS QUIERE PREMIAR SUS TRABAJOS.... TAL VEZ TENGAMOS QUE MADURAR LOS QUE AÚN QUEDAMOS PARA LA LLAMADA.

No conozco a muchos compañeros que han marchado, pero lo que sí sé es que hay una maduración espiritual, pues el Señor llama a los que maduraron. AQUEL "VENID BENDITOS DE MI PADRE.... eso lo estamos oyendo mucho estos últimos meses, el Señor tiene prisa en premiar y tiene los certificados hechos. GRACIAS, PADRE, ACOGER A ESTOS COMPAÑEROS CON BRAZOS DE BUEN PASTOR. VENANCIO”.

 

Venancio, en octubre de 2013

Hoy en día, Venancio vive en Rojales (Alicante), está jubilado, pertenece al IEME y a la familia de amigos del IEME. Tiene 83 años, suele decir la misa de las 9 en la parroquia, recuerda con pasión sus años de Alzola, al igual que sus años de misionero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios

  1. Amigos, de nuevo una alegría más gracias Ángel y a todos los Amigos que después comentan....y, en esta ocasión, por múltiples razones::.Alzola, Venancio, Pepe Mata, Usó...cuanto tiempo vivido juntos...
    Ya lo hemos repetido muchas veces: para varios de nosotros el "sello" del IEME viene de Alzola y lo mantenemos hasta el día de hoy...!
    Coincido con los comentarios de Mata y de Usó sobre las características del P. Venancio que también llegó a Perú desde Colombia y salió para las otras latitudes que nos cuenta él mismo. Un gran abrazo para él...
    Sobre el famoso cancionero yo también recuerdo el del P. Lezama, que otras veces he comentado y que de vez en cuando seguimos cantando sus canciones...ratificando lo que dice Pascual Usó les regalo una prueba que me entregó, después de muchos años, el recordado y querido Joaquín Ormazabal en un encuentro que tuvimos en Feria de Santana, Brasil....una copia de ese cancionero " (ágiles e ingeniosos dibujos a tres colores de bolígrafo "bic"), y en su edición, con una multicopista de gelatina." como nos dice PascuaL.que envío en otro correo a Angel para que lo comparta aquí, ya que yo no lo estoy logrando
    Gracias por el buen rato que he pasado....
    Otro fuerte abrazo para Venancio...y para todos los AMIGOS

    file:///C:/Users/USER/Desktop/2013.07.19%20Cancionero%20Lezama%20-%20J.%20Ormaz%C3%A1bal%20(1)%203.pdf

    ResponderEliminar
  2. Venancio, no sé si leerás este comentario pero quiero enviarte una abrazo muy muy cariñoso y mis mejores deseos. Estuvimos juntos en Perú, allá por la segunda mitad de los setenta. Yo estaba en Juliaca, departamento de Puno y tú en Ica. No recuerdo por qué motivo tuve que bajar a la costa y en Ica me asaltó un asma sencillamente feroz; no podía respirar y caía rendido al cabo de unas horas de angustia. Tú Venancio me acogiste en tu parroquia y te desviviste conmigo; vamos, hecho una madre. Fui contigo al médico -por cierto, me atiborró a antibióticos sin darse cuenta de que era una alergia a algún tipo de polen de aquella zona- En todo momento me apoyaste y no lo he olvidado ni lo olvidaré. Claro, que estaba en tu ADN de buena persona, cariñoso, amable y simpático. Me curé cuando decidí volver a la sierra (3.800 m de altura) y dejé de estar en contacto con la sustancia que fuera.
    Venancio, un abrazo desde el corazón. Que te encuentres bien y seas feliz. Tu amigo
    Paco Catalán

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Homenaje al P. Revilla - Asun Guilarte

Waldo Fernández